Y un día Harbin, de repente, se saltó la primavera y entró en el pre-verano. Sol, el termómetro acariciaba los 30º POSITIVOS y me daban y
ganas de saltar, gritar, reír y desnudarme en medio del a calle PERO NO. Esto
pasó hace un mes: me veo paseando al mediodía cerca del río con unas medias
tupidas más negras que la noche (por ser fina) y un sol de justicia… así que me
da un ataque de consumismo y una alegría irrefrenable por saber que no voy a
volver a ponerme el abrigo y me dirijo a la calle central, a un buen H&M
porque no estoy dispuesta a vestirme como una china ahora que el plumas no me
tapa.
Yo no soy muy de ir de compras: me aburro, y a la hora tengo
pose de marido aburrido al borde del divorcio, sujetando bolso y que fuma en la
puerta. Por eso a veces prefiero ir de compras sola: llego, arraso y me voy. En
media hora tenía 394235 prendas para probarme: y es que todo me gustaba. Me
conozco las tallas, hay cosas que ni me pruebo. Pero cojo unos shorts de la
talla 40 (que aquí tengo complejo de gigante) y antes de meterme en ellos ya me doy cuenta de que NO (obviamente). Voy
a por la 38, que sí que era mi talla: y me están enormes. No me lo
puedo creer. ¿Este H&M está achinado? La moda sí, un poco: estoy segura de
que hay modelos aquí que en Europa no existen.
Entonces me miro al espejo, recuerdo que los shorts que
traía con las medias se me iban cayendo y veo que mi sujetador no está tan
lleno como antes. Espera. ¿HE ADELGAZADO? ¿EN CHINA? ¡Seré la única expatriada
a la que le ocurre esto! Así que sin mucho drama (excepto por lo del pecho, que
me duele en el alma) me meto en una 36 bastante holgada (entraba también en la
34, ¿ni hao?) y sintiéndome Kate Moss me voy de allí cargadita de bolsas.
Efectivamente, había perdido 3 kilos en menos de 1 mes y algo.
Sin dieta, sin deporte, sin nada. Qué raro todo, porque según he escuchado toda
mi vida (que no practicado), perder kilos es algo bastante difícil. Me tuve que
pesar en casa de una amiga, porque yo no he tenido peso en mi vida: nunca me
peso, ni me mido: esas cosas quitan mucho tiempo para ser felices.
Resulta que de repente en China volvió a estallar la alarma
de la gripe aviar. Yo, estaba de viaje en Beijing con mi
amiga china que me dijo que no comiera pollo, ni carne, ni nada. Vamos, que me
asustó bien. Yo, después de leer el número de muertos, de enterarme de que
habían aparecido nosecuantosmil cerdos muertos dentro de nosequé río, y más
historias relacionadas con carne de rata que se te quitan las ganas de vivir por aquí... así que decidí no comer carne
por una temporada.
Yo soy muy carnívora, y tampoco es que tuviera mucho miedo,
pero también pensé que con toda la carne que había comido en mi vida (no valen
bromas aquí, ¿vale?) no me pasaba nada si la quitaba un tiempo de mi dieta.
Pensé que seguro hasta era beneficioso y así comería más verdura, fruta y
pescado. Ahora veo los resultados,
aunque no los entendía. ¿Tango engorda la carne?
Veía a amigos míos españoles que han llegado a engordar 10
kilos en unos meses y yo no entendía demasiado. ¿Qué me ocurre a mí? Entonces
otro español me dijo: la carne china se le ha acusado en varias ocasiones de
estar hasta arriba de esteroides. Me puse a investigar: era verdad. ¡A lo Hulk Hogan!
En fin, que ya sabíamos que de China vino la peste negra, la
rabia, la gripe aviar, etcétera… pero que tampoco nos vamos a poner en ese
plan. En mi ciudad también han creado una mezcla de gripe mortal mezclando esta
gripe con la gripe A del 2009. Yo no entiendo a los chinos, y cada vez lo hago
menos, pero cada día me siento un poco más adaptada.
Sé que esta vez esto es un poco serio, pero a ver si no
podéis aprender algo con el blog, solo queréis reíros de con mis
alumnos ¿o qué? Tranquilos, he grabado un vídeo, estoy editándolo… con suerte
en un tiempo estará disponible. Son amor, como siempre. Me traen souvenirs si
viajan a algún lado, me mandan mensajes graciosísimos y no pueden ser más cariñosos, para variar.
Las cosas en Harbin como podéis comprobar, siguen bien. De
repente es primavera y se hace de día A LAS 3 Y MEDIA DE LA MAÑANA. Yo, que soy
nocturna de nacimiento, y que en cuanto entra la noche tengo los ojos como
platos y la creatividad en su momento álgido, me acuesto siempre de madrugada.
Pero que entre luz por la ventana cuando te vas a acostar sin que sea fin de
semana ni lleves alguna cerveza en el cuerpo, te quita las ganas de todo. Me
siento en el círculo polar ártico. Como los amantes.
En fin, que si os preocupa la operación bikini, dejéis de
comer carne. Que yo no sé qué más deciros. Que me voy a echar una cerveza, que
la calle está llena de chiringuitos con sol y birra fría. ¡Que ya no me da
envidia vuestro sol!
Pero, como siempre, gracias por leerme.
Tx.