Descubrir, ver y esquivar escupitajos congelados mientras andas por la calle.
Eso es para mí China en Otoño. Una perfecta metáfora de ver cómo el invierno se va acercando sin ningún tipo de miramiento ni advertencia. Ver que cada día el termómetro baja más y más y que nada ni nadie puede hacer nada por evitarlo. Yo no puedo ir más abrigada, me parece. Aunque de momento me niego a ponerme los pantalones térmicos que me hacen piernas de la mismísima Chon Gorda.
Eso es para mí China en Otoño. Una perfecta metáfora de ver cómo el invierno se va acercando sin ningún tipo de miramiento ni advertencia. Ver que cada día el termómetro baja más y más y que nada ni nadie puede hacer nada por evitarlo. Yo no puedo ir más abrigada, me parece. Aunque de momento me niego a ponerme los pantalones térmicos que me hacen piernas de la mismísima Chon Gorda.
Fue por eso que un fin de semana emigramos a Shanghái.
(Vale, no fue por esto, pero me venía muy bien para enlazar la historia). Y me
enamoré de la ciudad. Un New York en Asia. Una de las ciudades más cosmopolitas
que conocí. Puedes comprobar como la ciudad está en un movimiento constante, y
ver como está infestada de occidentales y, para variar, de españoles.
Creo que cuando viví en Vancouver adopté la manía de poner
cara de extranjera cuando escucho a algún grupo de españoles. En
Canadá esto tenía un clarísimo objetivo: mejorar el inglés. Pero cuando viajo no
tiene sentido ninguno. Es de ser imbécil, simplemente. Será que a veces,
hacerse el antipático es guay. Qué queréis que os diga, lo habré aprendido de
alguien. La culpa siempre es de otro.
Después de esta vaga introducción, me veo obligadísima a
volver a hablar de mis alumnos. Son las estrellas de esta experiencia, sin
duda. No puedo reírme más en las clases, aunque esta semana he estado especialmente
cansada por el viaje, ya que estuve trabajando también en Shanghai, así que
alguna bronca se han llevado. Cuando me enfado, parece que se van a echar a llorar. Es lo bueno de ser la profe enrollada, que cuando te mosqueas ni se lo esperan.
Una de las clases que imparto es ‘Apreciación de la
Literatura’. Hemos llegado a la poesía barroca y, aunque es difícil de
comprender, tuve LA maravillosa idea: ellos mismos debían crear sus propios
versos. Primero aprendieron a medirlos, a apreciar la estructura, y diferenciar
las rimas (tuve un compañero de piso que diferenciaba entre rimas asonantes y
rimbombantes, y os juro que estuve a punto de decirles esto. Se lo hubieran
estudiado igual, ahora que lo pienso).
Chicos, vosotros
tenéis que crear vuestro propio poema. Solo cuatro versos, una estrofa. Si
queréis más, está bien, todo lo creativo que queráis. Yo también voy a hacer
una. ¿Vale?
Sus caras, de emoción y miedo, lo más.
Llego a la semana siguiente y escribí algo sencillito, para
que se motivaran y no les diera vergüenza compartir sus creaciones…
Desde que llegué a Harbin
Todo ha sido divertido
Hay alumnos geniales aquí
¡Estoy feliz de haber venido!
Escucho un “¡Oooh!” muy asiático al unísono. Todos aplauden.
Empiezan a salir alumnos que, bueno, se esfuerzan pero están al nivel lírico de
mi creación.
Entonces sale el alumno que siempre lee con voz de robot y
escribe:
Oscuro, el sol de mi alma está ya escondido
Silencio, el miedo en el aire me deja sentir frío
Enterrado en la tierra de desesperación
Rodeado por la voz de mi abnegación
Estallé en risas. No sabía dónde meterme. ¿Esto lo has escrito tú? Sigo sin creérmelo. Pero tampoco me apetecía
ponerme a soltar típicas frases de profesora, porque no soy la típica
profesora, claro.
Estudiante a estudiante, con su hojita preparada, van
saliendo, tan contentos.
Algunos versos eran MUY PROFUNDOS:
A la primera vista
Sé que eres mi diosa
Un día me atrevo a decir
Por favor, sé mi novia
(Es lo más sincero que he escuchado últimamente)
El chico es un amigo mío
Quiere ser un gran cocinero
Pero no sabe cocer todo
Solo puede cocer un vaso de cacao.
(Cada uno se inspira en quien quiere)
Otros, directamente, no los entendía:
Un enorme conejo nos huyó
Tras él vive en un bello hoyo
Donde hay su saltador chiquito
Y una col se está cociendo
(¡Una col!)
Ellos ni se podían explicar y acabábamos toda la clase a
carcajadas. Cabe señalar que tengo dos grupos de clase para esta asignatura,
así que estuve desde las 13.30 hasta las 17.00 riéndome.
Mis versos favoritos son de un chico de 2º curso, que viene
a mis clases cuando tiene tiempo. Cada día hay más alumnos que son de otros
cursos pero que me preguntan que si pueden asistir a mis clases. Yo me siento
muy halagada.
Estoy en mi casa
Pienso qué voy a hacer mañana
Pero soy hombre de mala cabeza
Estaré todavía en mi casa.
(Bravísimo)
Luego, mi alumna aventajada, Thalía, me la dedicó a mí. Me
moría de vergüenza, de amor, de risa, de todo.
El día que me llamas Thalía
Me da mucha alegría
Desde la primera vista
Nunca te voy a olvidar
Alegre, guapa y alta
Jamás he conocido tanta amistad
Gracias a la compañía tuya
Ya soy una chica hecha y derecha
A mí nunca me habían escrito ninguna poesía ni nada, he
tenido novios muy sosos, no sé. He tenido que venirme a China para que una
alumna me diga esto. Además, como dice un amigo que va a ser papá: todo lo que
rima es verdad. Y punto.
El frío va llegando, las fiestas y eventos acumulando, ya
hemos visto la nieve y ya he tiritado de frío. He visto Harbin totalmente
nublada por la contaminación y las calles de cerca de mi casa negras de hollín
porque tengo una chimenea que echa humo negro –y no pienso hacer comparación
con Lost porque soy el único ser del planeta tierra que no la vió, joder-. Tal
vez no esté en el sitio más sano del mundo, pero todo sigue siendo divertido.
La chimenea del carbón
La Torre del Dragón
La última foto es de esta misma mañana. El parte meteorológico asegura que no hay ni una nube, pero la contaminación vela porque no gastemos demasiado en gafas de sol.
¿Os animáis vosotros con unos versos?
Gracias por leerme.
Tx.
la del conejo y la col merece un Valle Inclán!
ResponderEliminarTodo lo que rima es verdad. Punto. Me meo leyendote. Brava! y alta!
ResponderEliminarPues son sensibles. Te has dado cuenta de que les encanta "cocer"? No sé, las coles huelen mal. Tu párrafo del frío ha llegado parece una poesía o canción, en serio. Pero tu creación para la clase me ha inspirado dos poesías al mismo nivel literario. Ahí las dejó. Superalo:
ResponderEliminarPeras, peras,
limones, limones,
Y tú eres una profesora
que vale millones.
Las rosas son rojas,
el cielo es azul,
mi cara es muy guapa
y mi amiga eres tú.
si quieres ver lotería
ResponderEliminarbájame los pantalones
que verás el premio gordo
y dos aproximaciones.
ale, te ha gustado?